El pasado viernes 25 de mayo, gracias a l@s escéptic@s de la ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico, tuve la fortuna de estar en Santiago de Compostela hablando de uno de los temas que más me apasionan (en todos los sentidos): la sexualidad humana.

Durante algo más de una hora, el ambiente del acogedor Airas Nunes Café se llenó de reflexiones, información, rigurosidad y humor. También de un montón de personas curiosas e interesantes que hicieron que dar esta charla fuera un auténtico placer. ¡Gracias a tod@s!

¿Mi objetivo? Desmontar algunos de los más perjudiciales mitos que estropean y enturbian la vivencia y disfrute de la sexualidad. Para muestra, unos botones:
- ¿Qué es, realmente, la sexualidad?: Normalmente asociamos la sexualidad a los genitales, a la penetración, a lo que se suele llamar echar un polvo. ¿Y si te dijera que es mucho más?
- El sexo es instinto: Solemos esperar a que el sexo funcione como el hambre, la sed o el sueño. Es decir, que el deseo sexual funcione como señal del denominado instinto sexual. ¿Sabemos diferenciar el instinto reproductor de la especie de la dimensión erótica de las relaciones sexuales?
- Mujeres frígidas y hombres calientes: ¿Es cierto que a las mujeres nos cuesta experimentar deseo sexual, excitarnos y llegar al orgasmo?
- Píldoras para el deseo sexual: Aunque nos intentan hacer creer lo contrario, el deseo no se vende en farmacias. La libido no viene en píldoras azules (ni rosas). ¿Sabes cómo alimentarlo?
- Los preliminares son importantes: ¿Son tan buenos como nos dicen las revistas de referencia que están en las mejores salas de espera y peluquerías?
- El tamaño es importante: Hay un tamaño que sí y otro que no. ¿Te animas a averiguar cuál sí y cuál no?
- La mujer tiene diferentes tipos de orgasmo: Sólo hay un adjetivo importante para la palabra orgasmo y es femenino.
- La eyaculación precoz: ¿Precoz? ¿Antes de? ¿De qué?

Si tienes tiempo y ganas te animo a que te unas a nuestro equipo de demolición de mitos pinchando en el vídeo. Gracias por haber llegado hasta aquí.